Supongo que todos sabemos, de alguna forma, que el sistema monetario es el responsable de que nuestras vidas sean como son, pero lo que la mayoría no sabemos es cómo se crea el dinero, qué políticas lo rigen y qué impacto tiene en nuestras vidas.
Pues para comprender, más o menos, cómo actúa este sistema, lo mejor es volver a sus raíces contemporáneas: el Banco Central de EEUU, conocido como la Reserva Federal (Fed), fundado en 1913, y que creó las bases de la Mecánica moderna del dinero, un documento que detalla el proceso de creación de capital en el actual sistema bancario.
Como ejemplo de como sería este proceso pongamos que el Gobierno de EEUU necesita 100 millones de dólares. Para conseguirlos, lo primero que debe de hacer es solicitarlos a la Fed, la cual le pide a cambio bonos del tesoro. Los bonos del tesoro son el instrumento que permite al Gobierno recibir un préstamo de la Fed, endeudándose con ella. Es decir, que los 100 millones se crean a partir de una deuda (empezamos bien). Este intercambio demuestra que la Fed puede comprar estos bonos porque puede crear dinero de la nada.
Una vez que el Gobierno tiene en su poder los 100 millones, los deposita en una cuenta bancaria, convirtiéndose en moneda de curso normal, la que usamos en el día a día. Así es como se crea el dinero.
Pero este procedimiento no solo se lleva a cabo en EEUU, sino que la red global de bancos públicos y privados que colaboran con la Fed también actúan así. Como, por ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) y, en consecuencia, el Banco de España.
Todo este proceso financiero es posible porque el dinero que se crea le quita valor al que ya está en circulación, por lo que los precios suben, restándole poder adquisitivo a cada euro. Esto se conoce como “inflación”, un problema con difícil solución, y que suele afectar a los bolsillos de los menos favorecidos (lo de siempre).
Llegados a este punto, se puede decir que solo puede crearse nuevo dinero concediendo préstamos. Es decir, el dinero es deuda. La guinda del pastel es que cada vez que recibimos un préstamo del banco, este crédito tiene que ser devuelto con la aplicación de un interés. Primero se crea capital en algún banco central, dinero que luego se expande por los bancos comerciales; desde ahí se mueve por toda la sociedad mediante el comercio (o a través de la especulación), y finalmente termina en la entidad de origen, eso sí, con su correspondiente interés.
Pero, ¿de dónde sale el capital necesario para cubrir todos los intereses que se cobran de los préstamos? De ninguna parte. No existe. El dinero que circula por nuestra sociedad es siempre inferior a la deuda que entre todos hemos cosechado. En el Estado español, el endeudamiento total acumulado en 2010 superó los 2,8 billones de euros (¿crisis?).
Gracias a este sistema monetario el mundo es un negocio que arrastra tras de sí una deuda casi imposible de saldar. La mayoría de la gente tiene algún tipo de deuda que debe pagar a principios de cada mes, como la hipoteca.
Este endeudamiento es una forma de control social. Nos hace más obedientes a la hora de seguir las órdenes promovidas por el sistema establecido. Si no pagamos nuestras deudas, los bancos pueden confiscarnos nuestra propia casa. Ese es el riesgo que corremos cuando, a base de créditos, vivimos muy por encima de nuestras posibilidades. Ahí la culpa es tanto o más nuestra que de los bancos, porque lo que no puede ser es que haya gente que pida un crédito para irse de vacaciones. Hay que tener un poco de conciencia. Lo mejor que podemos hacer es reflexionar sobre cómo ganamos y gastamos nuestro dinero, construyendo un estilo de vida lo más alejado posible de los créditos y las deudas.
“La deuda es el arma que utiliza el sistema monetario para conquistar y esclavizar a la sociedad, y el interés, su principal munición”. Peter Joseph.
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